Este tipo de construcciones de formato reducido servían precisamente para que el músico pudiera portar siempre su instrumento y no, como sucede en el caso de los organistas siempre utilizan instrumentos distintos con la dificultad de sentir tactos distintos y generar texturas distintas. Al mismo tiempo se utilizaba muy frecuentemente para acompañar como bordones en cantos tanto populares como en liturgias religiosas.
sin duda una sonoridad curiosa cuando menos ya que este tipo de instrumentos en formato portatil no suele ser frecuente verlos
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