"catolicismo zen... o vida contemplativa"

 

Después de muchos años de práctica de budismo zen, de renegar de un catolicismo arcáico y cadudo. Tras muchos intentos por encontrarme a mí como el "gato que buscaba a Dios", mi director espiritual me dijo que zazen, o práctica de sentarse a respirar y sentirse por dentro uno mismo, exzite en el catolicismo se llama "vida contemplativa". 

 

Este fin de semana tuve la suerte de probar un retiro, o sesshin de vid contemplativa y he descubierto, muy a mi pesar que tdoo el esfuerzo, el trabajo, el coste económico, vivencial y social, lo tenía aquí sin salir d ecasa, sin gastarme fortunas enteras... sin ir a sitios raros a hacer cosas raras... sientate, en silencio, respira y... ya ¿siendo católico? sienod católico? y el guía del sesshin est decía ¿qué hhizo Jesús en el monte d elos olivos o en el huerte de hetsemaní? zazen... que pensais qu ehacia Cristo cuando meditaba sentado en silencio y respirando sin hacer ni un solo ruido obrservandose... zazen... ¿Qué el cree en un solo Dios, en el Espiritu Santo, en la Trinidad...? bien, eso después, pero de entrada sienta y respira-te. Si eres cristiano lo demás viene después pero no de fuera sino d edentro, de esa llama d eDios que brilla el sagrario de tu corazón... 

 

Y entonces, un budista diría "te iluminaste", pero un católico dirá "te encontraste con dios", ahí, en lo oculto, en lo escondido" porque Diosno se muestra... a quien nno quiere verlo pero si quieres, te enfocas, te abres a la vida... Dios te dice "Te estaba esperando", incluso te llamará... hijo, pues i Jesús es tu hermano Dios es tu padre PADRE así en grande... y cuando encuentras eso es como aquél rico que vendió todo por encontrar esa bella perla que un día en zazen, vida contemplativa, encontró, sin saber que, en elfondo lo tnia en su propio corazón...

Por eso, si al "budismo zen" o a "zazen", le quitamos palabrs y términos muy chic pero qu een occidente nada dicen, si le quitamos parafernalias y rituales qu eno son sino pura iconografía va´cia pues no entendemos como un oriental su mensaje, si quitamos lo superfluo y nos centramos en descentrarnos de la mente lógica y abrimos la co-razón, tal vez encontremos a Dios sonrienndo dicieno ¡premio a tí por ser... tú!!!

 

¿te animas?

Rafael Castro Martín