Una cueva sea del material que sea es lo más similar a encontrarnos dentro de un cuenco, un lugar cerrado donde todo re-suena por todos lados. Si a esto se le añade que la pared es toda revestida de sal, obtenemos un aire cargado de iones negativos lo cual nosproducirá un beneficio en nuestra respiración ya qu enos abrirá más los pulmones y con ello el sistema defensivo, inmunológico, vamos un sin fin de ventajas en nuestra calidad d evida.
Por todo ello, consideramos que si a esta situación le añadimos el sonido de flautas nativas americanas, shakuhachi japonés o cuencos tibetanos y de cuarzo, el resultado puede ser verdaderamente excepcional y ésta fue una de las pruebas que fuimos haciendo en Terrasal, un espacio que además de todo esto, tiene el encanto añadido de que se encuentra en una gran ciudad rodeada de cemento, hormigón, aslfalto, polución... En suma, esto es casi el paraiso dentro de una gran urbe, ciertamente algo muy recomendable desde re-sonando. Volveremos
Re-sonando es un grupo dedicado a la difusión de la "terapia por el sonido" y el "coaching sonoro"
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