ahora que terminaron las fiestas en honor a nuestra ciudad y a Nuestra Señora la virgen del Pilar, en el vacío de tanto estruendo jubiloso de fiesta y festejo, hablemos de un estilo de música que nace del pastoreo, de la vida, de esa necesidad que e una tierra de agreste clima y dura vida surgía por necesidad de comunicar un sentimiento, una alegría o una pena pero siempre un sentimiento que nunca surgió de la garganta, de donde nace el sonido del cantante mas bien del corazón donde se fragua poco a poco el sentimiento hasta que estalle cuando así se requiera. Hablo de la jota, de todas tierras pero entre ella tal vez sea la aragonesa la que más fama tenga junto a la Navarra, colindantes y cuasi vecinos.
Jota ha sido siempre cante bello de rondar, bailar y cantar pero tal vez vamos para la centuría, un pastor, llamado de Andorra por ser este su pueblo, lo encumbró junto a otros como lo fuera José Oto por citar algunos... El pastor de Andorra, Don José Iranzo, un gran cantante, si bien no fue ni la mitad de buen cantante que lo fuera como persona y desde aquí nuestro mayor respeto y admiración hacia este gran jotero.
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