el coaching del sonido

El sonido, no solo es música, es mucho más, es vibración en estado puro. Ello, el sondia, te transporta a emociones olvidadas, vividas, o por vivir pero siempre vivas...
Adéntrate en el mundo del sonido y su información que te libera y abre canales de autoconocimietno desde ti para ti y contigo

miércoles, 2 de febrero de 2011

somos siendo y sonamos re-sonando

Hay ocasiones en la que la gente dice... "yo soy músico" - vaya por dios...- "pero... yo toco cuerda ¿qué importa el hecho de no tocar viento...", Error, lamentablemente, en estos casos es cuando conviene distinguir varios tipos de personas, al margen d ela connotacióintelectual, así podemos distinguir los instrumentistas puros, aquellos qu esiempre se pre-ocupan y ocupan después también única y exclusivamente de su instrumeto y lo que a él le atañe. No es bueno ni malo, es una opción si uno es consciente de la compartimentación que unoestá desarrollando consigo mismo. Luego está el "Músico" es decir, aquél individuo que le da igual el instrumento que sea porque lo qu ele interesa es el sonido de lo qu ese esta interpretando, en cuyo caso, aun cuando el abanico de posibilidades es mayor timbricamente, la compartimentación es igual de exigente.
Tal vez, hay un tercer apartado, el que se deja influir y llevar por el sonido, no la música y por el timbre y la calidad tímbrica del instrumento que en aquel momento lo produce, esto sería par amí un M¨¨USICO alfguien que verdaderamente siente la vibración sonora como algo realmente envolvente, embriagador y poderosamente vivificante si es positivo o destructor si por el contrario no resulta grata dicha snsación.
Hay ocasiones, en que los qu ehemos tocado durante mucho tiempo instrumentos de cuerda, nos adentramos en el viento,  en general, sin distinguir grandes cuestiones de carácter técnico pues aquí no somos nadie músico. De repente comienzas a tener experiencias, vivenciales, no sonoras ni musicales, distintas, recordatorios de patrones inconscientes que habían encontrado una postura cómoda en la cuerda y al llegar el viento se agitaron y salieron... vale, no es malo, sencillamente descubres que hay más cosas qu epulir y ya está, a trabajar con ello... Esto me sucedió a mí y yo hablo desd emi experiencia, me inicie en flauta de pico, travesera y finalmente apareció un shakuhachi o flauta japonesa tradicional de bambú. Las dificultades técnicas ya son interesantes pero lo que realmente me fascino es que, al tiemp, cuando volví a coger mi instrumento "clásico", me puse a estudiar mis piezas "clásicas" con mi técnica "clásica"... oh cielos, aquello no funcionaba; Algo inexplicable había acontecido y lo que antes sonaba... no del todo mal era horrible y cosas que eran horribles, sencillamente me salían conmovedoramente hermosos... Con el tiempo descubrí que gracias al shakuhachi y los instrumentos de viento conseguí que la cuerda sonara de un modo muy diferente, pero, para ello, no hay que estar cerrado y constreñido en un único objetivo y un único fin, sino dejarse fluir para, en definitiva dedicarse a una única activida "SER feliz"
Músicos del mundo ¿se animan? me encatará oir que sí porque ahí creceremos y mejoraremos todos

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