Desde re-sonando, siempre hemos defendido que el sonido no entiende de fronteras y he aquí un claro ejemplo. Flautas nativas norteamericanas y flautas tradicionales japonesas, puede que fueran contemporaneas en su momento y cada cual tuvieran su funcion propia y v bien diferenciada; hoy, sin embargo su fusión de sonoridades produce un efecto igualmente armonioso y relajante que ayuda a quien lo toca, como a quien lo escucha a aumentar su frecuencia de conciencia... un estado de auténtica alquimia humana
No hay comentarios:
Publicar un comentario